La ansiedad ante preocupaciones cotidianas se denomina ansiedad generalizada. Hablamos de ansiedad social cuando existe miedo a la evaluación de otras personas, con percepción de poco control sobre la situación y ataques de pánico cuando aparecen súbitamente episodios de ansiedad, temor o angustia muy intensos.
En nuestras sesiones te explicaremos la función de estas emociones y los síntomas fisiológicos. Con este conocimiento será más fácil entender el trastorno y cómo recuperarte.
La depresión es un programa “de quédate en la cueva y espera a que el peligro pase”. Nuestro estado de ánimo es consecuencia de nuestras acciones diarias. Cosas tan sencillas como un baño caliente, escuchar música o caminar, disminuyen la percepción de peligro de nuestro cerebro. Una vez que el cerebro perciba que está a salvo de forma más global y sostenida, te devolverá la energía para salir de la cueva de nuevo, desactivando el modo de evitación.
Aprenderás a ser el responsable de jugar tus cartas en la vida y encontrar tu camino, tu significado
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias. La mayoría de las cuales nunca sucedieron” Michel de Montaigne.
La preocupación tiene una ventaja adaptativa: sumergirse en un problema en busca de soluciones y anticipar problemas. El perfeccionismo y la inflexibilidad cognitiva son características que aumentan este tipo de pensamientos.
Las HHSS son muy importantes para todo el mundo. Es muy común que existan personas evitativas, a nivel social, porque sienten ansiedad en estas situaciones. Somos seres sociales y relacionales.
Evaluamos tu realidad social y te ofrecemos las alternativas necesarias para conseguir tus objetivos.
El duelo no se trata únicamente de un estado en el que sumerge una persona tras la pérdida, sino que implica un proceso activo. Tras una muerte importante podemos recuperarnos y llevar una vida satisfactoria.Te ayudamos a enfrentarte a los desafíos que ocurren en esta etapa para que puedas resolverlos con el menor sufrimiento posible.
Las personas comemos por señales internas de hambre y placer y señales externas con las que valoramos que alimentos son adecuados para nuestra salud. En los TCA hay desequilibrios entre estas señales. En lugar de señales de hambre y placer suelen ser señales como fobia a engordar o ansiedad. Se come por señales cognitivas de reglas dietéticas, clasificación de alimentos (permitido o prohibido), señales aversivas de miedo o por un estado afectivo general (ansiedad y atracones).
Podrás aprender a conectar de nuevo con tu cuerpo, con tus señales físicas de hambre. Se trabajarán aspectos concretos relativos a la conducta alimentaria y a la imagen corporal.
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